viernes, 7 de junio de 2019

Descartarse

Una voz melosa le respondió:
—Por $1500 lo que vos quieras, papi.
Jugaron a ser novios en un cuarto de hotel. Al marcharse, ella le dejó ver que no le había creído el verso de que era comerciante. Lo había reconocido: un viejo hombre de la política local. Era época de elecciones.
Él eligió callarla para siempre. Con sus manos alrededor del cuello le arrancó el último aliento y después descartó el cuerpo en un arroyo, en las puertas de la villa.

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