martes, 18 de junio de 2019

Miles de vidas

Habían vivido juntos mil vidas.
La primera vez, ella lo había acompañado a cazar un mamut y luego, él la ayudó a buscar unas hierbas medicinales.
En otra ocasión, tuvieron que defender su aldea. En su afán por proteger a su pareja, él se interpuso entre ella y la espada enemiga. Murió.
Se volvieron a encontrar. Ella lo compró en el muelle, en una feria de esclavos.
Pero ahora, él no la halló. Encargó una escultura con la última imagen que guardaba su memoria: una mujer coqueta, de la alta sociedad. Cada tarde se escabullía en el jardín del Palacio para admirarla.

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