miércoles, 9 de enero de 2019

Las dudas de Ángel.

Al terminar su turno Ángel se dedicó a escuchar las entrevistas que había grabado. Esa era su costumbre desde hacía años.
 Se desplomó sobre una silla en la penumbra de su cocina con un vaso de whisky en la mano. Encendió un Marlboro.
 Algo le preocupaba. Su primera impresión había sido considerar el caso de Iván como un intento de asesinato. Las palabras de Marta, su novia y de Matilde, la hija de la mujer, lo condujeron en esa dirección.

—¿Quién quedó en la casa después que se fueron tus invitados, después de soplar las velitas y comer torta?
—Mi papá.
   Marta había interrumpido a su hija.
—¿Qué te dije sobre mentir? Papá no viene a casa y lo sabés.
  A partir de ese momento la criatura se metió el pulgar en la boca y no volvió a hablar.
  Él la había increpado a la señora y después la había esperado en el umbral a que dejara de reprenderla y lo acompañara al patio.
 La mujer volvió a asegurarle que Carlos Rot, su exmarido no tenía contacto con ellas. “Matilde imagina cosas. Es chica y se niega a aceptar el abandono”, le había dicho.

  Ángel reconstruyó la escena que tuvo lugar en la casa de Marta, más precisamente en la cocina. El tipo había llegado alrededor de las 22:45, según había precisado Marta. Ella había subido a la habitación de su hija para corroborar que durmiera. Según recordó Iván, al ser interrogado en el hospital, Marta no bajó enseguida. Alguien lo golpeó por detrás con fuerza, con un objeto contundente.

   Se sirvió otro vaso de whisky y vació el cenicero. Falló el primer intento de encender un cigarrillo. Eso lo llevó a recordar al vecino curioso que se acercó a la casa de Marta para brindar su testimonio y que le había ofrecido fuego. “Me pareció escuchar gritos. Y justo cuando doblé en la esquina un auto salió arando. Estoy casi seguro que había estado frente a esta propiedad”. El chismoso tenía un perro al que paseaba cada noche o algo así creía recordar Ángel. Buscó la nota en la libreta. Con la claridad del alba pudo leer perfectamente. El hombre vivía a dos casas de la de Marta y le parecía que los sucesos que relató tuvieron lugar minutos antes de medianoche. No pudo reconocer marca ni modelo del auto y tampoco pudo aportar datos de la patente.

   El llamado al 911 lo hizo Marta. El registro indica que se realizó a las 23:57.

  Algo estaba mal. Había piezas del rompecabezas que no encajaban. Le molestaba el estado de whatsapp de Marta: demasiado despreocupado minutos después de haber descubierto a su novio ensangrentado e inconsciente en el piso de su cocina. Las conversaciones con sus amigas giraban en torno a unas vacaciones a una playa caribeña. Cerró los ojos y recreó en su mente la habitación de la pequeña. ¡Uala! Una valija detrás de la puerta. Eso por si solo no era gran cosa. Pero, el golpe en la cabeza de Iván no fue mortal y tal vez, la intención fuera la de aparentar un homicidio fallido. La idea llegó de pronto cuando la víctima le preguntó por dos cajas de metal de su camioneta. Faltaban. ¿Robo? ¿Autorrobo?

—¿Qué contenían esas cajas, Iván?
—Metal precioso. Lo transportaba. Siempre me escolta en otro vehículo un hombre de seguridad pero justo anoche me avisaron que no iba a ser posible.
—Una última pregunta: ¿Lo conoce a Carlos Rot? —le preguntó Ángel mostrándole una fotografía.
—Charly. Sí, claro. Lo conocí en Alcohólicos Anónimos. ¿Por?

El detective anotó en su libreta amarilla una lista de cosas por hacer:
  • Buscar huellas dactilares de Carlos Rot en la casa de Marta.
  • Entrevistar al jefe de Iván.
  • Conversar con las amigas de Marta.
  • No perderlos de vista en el corto y mediano plazo.



5 comentarios:

  1. ¡Hola! ¡Qué interesante! Me intriga cómo ha quedado con esas dudas sobre la muerte owo y me da cosita >.< mira que hay que ser muy desalmado para ver el cadaver de alguien querido y seguir como si nada planeando un viaje <.<

    ¿Va a tener continuación? Que la espero +w+

    Roxana~~
    Soñando uno de tus sueños

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    1. +Roxana, ¡qué alegría encontrarme con tu comentario! En realidad este fue mi intento por escribir un relato emulando el efecto Rochomon que pide Literup en el reto 18 de este año. No sé si lo logré. De todas formas, estoy conforme con el relato. Para llegar a él descarté tres que tenían lo suyo...
      Nos estamos leyendo. Saludos.

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  2. Hermoso Relato como tu ser una hermosa mujer mis felicitacionesby a full como siempre logras hacerme ver cada escena de tus relatos y como lo dice Roxana este relato puede ser un gran libro Besos Mi Bella Escritora!!!!

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  3. se da a entender que Ängel tiene un sospechoso y una fundamentada hipotesis.
    Bien contado.

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