—Hora de muerte: 20:19 —dijo el doctor mientras consultaba su reloj pulsera sin soltarme la muñeca con la otra mano.
Escuché unos sollozos contenidos. Seguramente mi esposa se apoyaba en su amiga para consolarse.
Con mi última mirada le dije que la amaba. Después alguien me cerró los párpados.
“Tengo frío, miedo… quiero llorar y gritar pero no puedo. No estoy muerto. No puede ser. ¡Estoy acá! Ahora”.
Las luces y sombras buscan atravesarme desde afuera. Me mueven. No quiero creer que esto es así.
De pronto, el nauseabundo olor a rosas embriaga el aire. Debo estar en el tanatorio. Más llantos.
“Solo espero perder la conciencia de una vez. ¡Por el amor de Dios, esto está mal!"
¡Hola! Qué miedo >•< presenciar tú nuwrte de esa manera ¿O será que seguía vivo y los médicos no lo notaron? Tantos casos de 'muertos' que vuelven a la vida por errores médicos >•< aish.
ResponderEliminar¡Un abrazo! ¡Y feliz año nuevo!
Muchas gracias por leer y comentar.
EliminarSegún un estudio, después que nuestro corazón deja de latir y por más que no haya transmisiones nerviosas, nuestras células viven un poco más. Sé que suena loco y aterrador pero me bastó para imaginar este pequeño gran drama.
¡Saludos y un buen año para vos también!